“Los artistas son un sector social muy vulnerable”. Fantasías. Pura paranoia. En este país nunca se ha reprimido a los artistas. Que vengan a probarnos que hemos hecho algo contra alguno. Que aquellos que nos acusan vengan y presenten aunque sea una prueba. Claro, es muy fácil andar haciéndose eco de los rumores que circulan por ahí. Ahora mismo han venido a inventar una historia de lo que le sucedió hace tiempo a un poeta que en estos momentos tendrá ya más de sesenta años. No vamos a decir el nombre por respeto a la privacidad de esa persona que es un individuo... bueno, no vamos a calificarlo; sólo nombrarlo. Y podríamos asegurar que a ese hombre al que de ahora en adelante nombraremos el “Poeta” se ha convertido en disidente. Mercenario del imperialismo. Eso es lo que siempre ha sido. Porque este llamado “Poeta” todo el mundo sabe que se las daba de perturbador del orden o como se le llame en sus años de estudiante universitario; es cierto que tenía ciertos problemitas ideológicos y que andaba, junto con un grupito de amigos, armando tertulias en las que se hablaban de cosas que más parecían conversaciones de personas con serias desviaciones que coloquios entre sanos estudiantes, encargados de conducir la sociedad del futuro. Por supuesto que no hay que pensar que han habido grupos de intelectuales con ideas seriamente contrarrevolucionarias. Ni pensarlo. Siempre ha estado muy claro que los artistas, los verdaderos artistas, están a favor de la revolución. Y si alguno cometió el error de desviarse del camino, enseguida se autocriticó públicamente de manera oportuna e inequívoca. La revolución es hoy ideológicamente más fuerte que nunca. No nos hace ningún daño que cuatro tipos se pongan a publicar cositas negativas sobre Cuba. A los que se venden al imperialismo los juzgará la propia historia. Pero, lógicamente, tampoco hay que bajar la guardia, claro que no. La universidad, eso está muy clarito, es para los revolucionarios; así que tampoco vamos a ocultar que cuando el grupúsculo de amigotes del mal llamado “Poeta” se empezó a poner más incómodo de la cuenta, fueron los propios estudiantes los que se encargaron de ponerles la vida cada vez más difícil, hasta que todos los futuros periodistas, filósofos y sociólogos que componían el grupito, decidieron abandonar voluntariamente sus respectivas carreras universitarias compulsados por los verdaderos estudiantes. Pero que nadie venga a decirme que aquí se ha expulsado a alguien de la universidad. Ellos solitos decidieron irse a trabajar, uno de panadero, uno de fundidor de metales, uno de oficinista; y otros cuantos que quedaron sin empleo; pero fue, en todo caso, porque quisieron. Sí, es bueno dejar eso bien claro porque algunos malintencionados andan diciendo por ahí que los sacaron de la universidad. Falsedades. No hay un solo documento que lo demuestre. Que alguien venga a demostrarnos que los expulsaron. En los registros no existe ningún acta que pruebe que alguno de ellos fue separado de la universidad por razones políticas. ¿Entendido? Sabemos todo lo que andan diciendo por ahí, pero tenemos las conciencias tranquilas. Es verdad que siempre hemos tenido mucha presión de los estudiantes que verdaderamente valen la pena y que en muchas ocasiones se niegan a estudiar junto a personas consideradas desleales a nuestro proceso. Y también es verdad que esa lealtad, esa fidelidad de los estudiantes revolucionarios, nos ha creado algunas situaciones realmente embarazosas, en las que hemos tenido que apoyar, por supuesto, a los que constituyen lo mejor de nuestra juventud.
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